La prensa comunista y su rol en la conciencia de clase
- Partido Comunista del Ecuador
- 31 ago 2024
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ENTREVISTA
Desde el rincón de una memoria que desafía las leyes del olvido, José Regato Cordero, con la serenidad de un poeta que ha conocido la guerra y la paz en igual medida, se presenta como el custodio de una tradición poética y periodística que va más allá de los tiempos. Durante más de una década, fue el director del periódico “El Pueblo”, un órgano de resistencia comunicacional del PCE que ha desafiado las tormentas de la dictadura y las olas del cambio digital con el mismo fervor revolucionario.
Esta entrevista es un viaje a través de sus recuerdos, un diálogo con el pasado y el presente en que “Pp” Regato, con el matiz de sus años y la claridad de su experiencia, desentraña los secretos de un periódico que no solo ha sido testigo, sino protagonista de las grandes batallas ideológicas del Ecuador. En sus palabras, hay una constante: formación, organización y acción, como legado a la intensidad de los años que han visto al periódico transformarse, desde las ediciones mimeografiadas y clandestinas en la dictadura militar del 63 hasta su adaptación a la era digital, siempre fiel a su esencia marxista-leninista.
1. Camarada Pepe, desde su fundación en 1946, “El Pueblo” ha sido testigo de momentos decisivos en la historia revolucionaria del Ecuador. ¿Cómo ha evolucionado la línea editorial del periódico a lo largo de las décadas, y cómo se adapta hoy a la era digital sin perder su esencia marxista-leninista?
Comienzo diciendo que nuestro periódico El Pueblo es un combatiente incesante. Ni en las dictaduras anticomunistas más represivas dejó de salir. No me agrada hablar en primera persona, pero hay ocasiones insalvables. Caída la dictadura militar 1963 – 1966 el Partido salió de la clandestinidad, los dirigentes presos recobraron su libertad y otros regresaron del exilio. Fui destinado a trabajar en el periódico bajo la dirección de los camaradas Víctor Nieto y Juan Pío Narváez. Se imprimía en mimeógrafo manual en el sótano de un colegio religioso con la ayuda de una monjita que después me enteré qué había sido hermana del camarada Gonzalo Villalba. Recuerdo que desde entonces, en las charlas y escuelas políticas se insistía en el carácter revolucionario de la prensa comunista, que podía ser desde la hoja volante, el periódico mural o el formato impreso como El Pueblo.
Con la prensa comunista se cumplen los tres puntales del quehacer revolucionario: FORMACIÓN, ORGANIZACIÓN Y ACCIÓN. La FORMACIÓN tiene que ver con la educación política y la cultura general. Conocer los elementos de nuestra doctrina marxista leninista y también la realidad nacional e internacional. El enemigo de clase quiere un pueblo ignorante, y nosotros asumimos la FORMACIÓN como elemento revolucionario. Eugenio Espejo es el primer gran subversivo y conspirador contra el colonialismo español. Juan Montalvo enfrentó con su pluma al conservadorismo en su tiempo; y más tarde, para la Alfarada, una pléyade de plumas combatientes hicieron lo suyo, como José Peralta, Luciano Coral, Manuel Serrano, entre tantos otros. El periódico La Antorcha, dirigido por el camarada Ricardo Paredes, apareció en los años previos al na- cimiento del PCE.
Y LA FORMACIÓN NOS LLEVA A LA ORGANIZACIÓN, Y VICEVERSA. Y AMBAS NOS CONDUCEN A LA ACCIÓN.
La ORGANIZACIÓN puede ser de varios tipos: de trabajadores, de vecinos, de mujeres, de estudiantes, de usuarios, de padres, células del Partido, etc. Por su parte la ACCIÓN va desde lo reivindicativo económico social hasta la revolución. EL PUEBLO ha tratado de llevar adelante estos tres puntales: FORMACIÓN, ORGANIZACIÓN Y ACCIÓN.
2.En una época dominada por medios digitales y redes sociales, ¿cuál cree usted que es el papel de la prensa comunista como ‘El Pueblo’ en la formación de la conciencia de clase y en la articulación de luchas populares?
Los tiempos han cambiado, desde la hoja volante hasta nuestros tiempos de las redes digitales. Tenemos que ponernos a tono con esta realidad. El Pueblo en físico, y en digital como se presenta ahora; y ediciones extras de una página en redes cuando la coyuntura política lo amerite. Incluso debemos y podemos implementar canales o plataformas on- line a nivel nacional y/o provinciales.
Todos las variantes y adelantos técnicos en los medios comunicacionales no han cambiado la esencia anti imperialista y democrática con la que nació el PCE hace ya cerca de un centenario. Debemos tener presente que no estamos hablando de una publicación para la militancia comunista en forma exclusiva, sino para que nos lea el común de los ciudadanos.
Lo que sí es tarea para todos los camaradas, desde la dirección hasta la base, es incluir en sus planes de trabajo la elaboración, circulación y financiamiento de la prensa partidaria. Retornado a la edición impresa (conservando la digital), los responsables de la propaganda tienen que preocuparse por la difusión y circulación de EL PUEBLO en los organismos de base, en los frentes de masas y en la formación de brigadas de venta. Los secretarios de educación tienen que organizar los círculos de lectura y proponer los temas publicados para la formación política; y como medida de gran importancia, la venta de suscripciones, la recaudación de los valores y otras actividades financieras a fin de solventar los gastos que la actividad requiere.
3. Frente a esto, los medios de comunicación hegemónicos suelen estar alineados con intereses de las élites, ¿cómo ha navegado El Pueblo las presiones externas y las amenazas para mantener su independencia editorial y su compromiso con los principios del marxismo-leninismo?
Los grandes negocios de la comunicación, nacionales e internacionales, son parte fundamental en el arsenal ideológico del imperialismo y de las oligarquías locales. Son los voceros del imperio y del neoliberalismo. Nosotros asumimos nuestro papel histórico en la lucha de clases desde la comunicación. Decían José Martí y Fidel que la trinchera de las ideas es más importante que la trinchera de piedras.
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