Estreno de documental 'Cuerpos sobre el río Guayas, un legado de Sangre': Una generación consciente de su historia
- Partido Comunista del Ecuador
- 17 nov 2024
- 3 Min. de lectura

El martes 24 de septiembre, en la Sala de Cine de Mz14 del Centro de Producción e Innovación de la Universidad de las Artes, se presentó Cuerpos sobre el Río Guayas, un Legado de Sangre, un documental que representa un hito en la construcción de la memoria histórica sobre la masacre obrera del 15 de noviembre de 1922. Esta obra audiovisual, dirigida y producida por un equipo de estudiantes de la carrera de Cine, constituye el fruto de un exhaustivo proceso de formación, investigación y producción realizado en el marco de sus prácticas preprofesionales y guiado por el historiador Miguel Cantos Díaz.
En su afán por reconstruir fielmente los acontecimientos, el equipo investigó en los fondos fotográficos y hemerográficos del Archivo Histórico del Partido Comunista del Ecuador, donde exploraron una serie de fuentes primarias que los acercaron directamente a los hechos de la masacre.
El documental no solo revive un capítulo fundamental de la historia ecuatoriana, sino que se inscribe en un contexto formativo que ofrece a los jóvenes cineastas la oportunidad de dialogar con la historia desde un enfoque crítico y cinematográfico. Juventud Rebelde, periódico de la Juventud Comunista del Ecuador, conversó con los jóvenes cineastas sobre los eventos de 1922 y su significado en la lucha obrera actual.

Desafíos en la reconstrucción de la narrativa histórica
Para Carla Erazo, el principal reto consistió en la meticulosa búsqueda de archivos que capturaran fielmente la época y el evento, una tarea compleja ante la escasez de imágenes documentales precisas en línea. El historiador Cantos resultó fundamental en este proceso, orientando al equipo para seleccionar el material adecuado. Esta labor de verificación y autenticidad evidenció el compromiso con el rigor histórico y la importancia de una narrativa visual sólida y veraz.
La vigencia de la masacre de 1922 para la lucha obrera contemporánea
Rosa Quito, otra de las realizadoras, destacó en su respuesta la conexión entre la lucha de los trabajadores en 1922 y las movilizaciones sociales actuales. Para ella, el documental recuerda la importancia de la solidaridad y la organización en la conquista de derechos sociales. La masacre de 1922, sostiene, no es solo un hecho histórico; es un símbolo de resistencia que aún inspira al movimiento obrero y otros sectores marginados. La obra refleja el eco de esas luchas, sugiriendo que los conflictos de la clase trabajadora siguen vigentes en la realidad ecuatoriana actual.
Construcción de una memoria histórica a través del cine
Para Daniela Tenezaca este proyecto busca convertirse en un recurso accesible para el público juvenil, invitándolos a descubrir y reflexionar sobre su historia. La idea de los cineastas es que, al conocer estos episodios, las y los jóvenes encuentren en el cine no solo una ventana al pasado, sino también una plataforma para el compromiso ciudadano. Tenezaca resalta que el documental aspira a despertar una conciencia cívica desde las aulas y en espacios públicos, estimulando el interés de los jóvenes por su historia y, a través de ella, por sus derechos.

Impacto y reacción de la audiencia juvenil
María Angélica Pérez compartió cómo el documental ha tocado fibras sensibles en el público universitario, motivando desde la indignación hasta un resurgimiento del patriotismo. "La reacción ha sido emocionalmente intensa," comentó. En su opinión, la empatía que el documental genera entre los espectadores ha impulsado un sentido de justicia histórica y conciencia política. Este impacto emocional, explica Pérez, es fundamental para despertar el deseo de participación ciudadana y la defensa activa de los derechos adquiridos.
Colaboración institucional: una perspectiva enriquecida
Finalmente, José Luis Alvarado y Luis Cevallos subrayaron la importancia de la colaboración con instituciones como el Consejo de Participación Ciudadana CPCCS y el Instituto Cultural Nuestra América ICNA, destacando el respaldo que estas entidades ofrecieron tanto en términos de acceso a recursos como de orientación histórica. Esta sinergia, sostienen, les permitió construir un relato más robusto y evitar las limitaciones propias de su inexperiencia. La colaboración fue esencial para que el documental alcanzara una estructura sólida y un enfoque claro.
Desde Juventud Rebelde celebramos el estreno de Cuerpos sobre el Río Guayas, un Legado de Sangre, film con un fuerte compromiso en la preservación de la memoria histórica del movimiento obrero ecuatoriano. La obra de estos talentosos jóvenes honra a quienes lucharon en 1922, sumando a las voces que hoy reclaman justicia en Ecuador, mostrando que el cine puede ser una herramienta poderosa de resistencia, formación y educación.
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