LA UNIDAD DE LAS FUERZAS PROGRESISTAS Y REVOLUCIONARIAS

EDITORIAL

El pueblo ecuatoriano tiene que tomar una decisión muy importante para poder salir de la crítica situación política y social por la que está pasando a consecuencia de los últimos tres gobiernos de Moreno, Lasso y el actual de Noboa, que nos han llevado al desastre, cada uno en mayor proporción que el anterior.

El sistema capitalista neoliberal, implantado bajo el auspicio del FMI, el poder económico transnacional y los inmorales intereses del imperialismo norteamericano, ha llevado al país a una crisis económica en la que predominan la desocupación, el hambre, la miseria, la falta de salud, de educación y sin ninguna esperanza de que la clase social dominante plantee una solución económica que procure nuestra soberanía económica nacional y el desarrollo social de nuestro pueblo. Muy por el contrario, la crisis se agudiza, y ha convertido al país en un refugio de bandas y pandillas criminales nacionales y extranjeras, alcanzando uno de los más altos porcentajes de asesinatos y tráfico de drogas, que salen de los puertos nacionales y privados, a la vista y paciencia de las autoridades.

A las puertas de un proceso electoral en febrero de 2025, al que todos los candidatos auspiciados por sus respectivas organizaciones deben acudir para presentar sus propuestas de solución a la situación imperante, el pueblo ecuatoriano debe escoger entre los vende patria, los representantes de las clases sociales y oligarquías dominantes, los agentes del imperialismo infiltrados y con posturas de “izquierda”, que hoy más que nunca se esfuerzan por alcanzar el poder ejecutivo, o permitir que las fuerzas más reaccionarias continúen en el poder. Estas fuerzas reaccionarias, que imponen el neoliberalismo, pretenden destruir la legítima y constitucional acción del Estado para su función económica y social e imponer sus intereses de clase, obteniendo enormes beneficios económicos a costa de la miseria y la desesperanza del pueblo.

Bajo estas circunstancias, las fuerzas democráticas, progresistas y revolucionarias inclinan sus banderas en beneficio de la más amplia unidad para alcanzar el poder político del pueblo, bajo las condiciones de un programa mínimo coincidente con los más caros intereses del pueblo ecuatoriano, donde prime la soberanía nacional, la salida de los ejércitos injerencistas y sus respectivas agencias como el FBI, la CIA, y la imposición de intereses imperialistas en nuestro país; el desarrollo económico basado en programas estatales y de gobierno para el sostén de la economía estatal, dirigido al trabajo, la salud, la educación, la reforma agraria democrática y el soporte social de las familias ecuatorianas.

Esta unidad se presenta con mucha decisión en los postulados de RC5, Pachakutik y sus organizaciones sociales e indígenas, las fuerzas progresistas y las organizaciones revolucionarias que nunca estuvieron comprometidas con las oligarquías nacionales ni el imperialismo.

El Partido Comunista del Ecuador hace un llamado a la unidad en base a estos grandes intereses de la patria y del pueblo ecuatoriano.