La oligarquía encuentra su voz en Noboa
- Partido Comunista del Ecuador

- 2 sept 2023
- 2 Min. de lectura
Juan Der Diablo

En un escenario político marcado por las sombras de la desigualdad, la violencia y la delincuencia, la derecha liberal ha revelado su carta bajo la manga, en la figura de Daniel Noboa, heredero del imperio bananero que tiñó de explotación laboral y opulencia los campos ecuatorianos. ¿Quién dijo que las conexiones sangrientas del pasado no podían renacer en los bríos de la política actual?
La danza de apoyos entre candidatos y partidos podría desafiar incluso la trama más enrevesada de los maestros del realismo mágico. Guillermo Lasso, quien busca renacer de sus cenizas, ha decidido apretujarse en torno a la figura de Noboa, reviviendo así las sombras de una oligarquía que parecía haber cedido terreno, pero que persiste en sus ansias de perpetuar privilegios.
La conjunción entre el partido de Moreno (Pueblo, Igualdad y Democracia), el partido de Baroja (MOVER), y las maquinarias de la mal llamada "izquierda" democrática ID es un baile extraño, una coreografía que desafía la lógica y juega con las leyes del tiempo. ¿Cómo es posible que quienes se presentaron como alternativas a esta derecha oligárquica, ahora se reúnan en su órbita? El poder, como el agua, parece fluir por los caminos menos esperados.
La historia política de Daniel Noboa tiene la fragancia del oportunismo y la familiaridad de la oligarquía. Su debut en la arena política se remonta a 2021, cuando se convirtió en asambleísta por Santa Elena bajo el estandarte del Ecuatoriano Unido, partido liderado por Edwin Moreno, hermano del expresidente Lenín Moreno. Es en esta simbiosis entre élites y herederos que se cimienta la perpetuación de las desigualdades que enarbolaban combatir.
En medio de este laberinto, la Conaie juega un papel crucial. Las bases indígenas y populares, protagonistas de luchas históricas, podrían inclinar la balanza. Sin embargo, el oportunismo de Pachakutik pone en riesgo su legitimidad. La lucha por la justicia social no debería ser un juego de conveniencias políticas, sino un compromiso firme y constante.
Es este vericueto es posible que el gran ambientalista de las ong´s gringas, Yaku Pérez, apoye al hijo del bananero y detrás de él la Unidad Popular (MPD) que como en anteriores campañas, apoyaron abiertamente a Lasso hoy vuelvan a apuntalar a un candidato de derecha.
Los medios de comunicación, moldeados por intereses partidistas, ya han comenzado su danza de seducción a favor de Noboa. La independencia y objetividad informativa, en este escenario, parecen conceptos extraviados en los recovecos del poder.
El pueblo ecuatoriano debe recordar que la historia no es estática, y el futuro se moldea con las decisiones del presente. En este laberinto político, una voz resuena: Noboa no es el camino. El pueblo ecuatoriano merece más que la sombra de la explotación.






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